La actividad física y la creatividad

A lo largo de la historia, la creatividad ha despertado gran interés en las personas, por lo que en la actualidad tenemos muchas y variadas definiciones de la misma. Citaré algunas de mis preferidas:

 

Ausubel: “La personalidad creadora es aquella que distingue a un individuo por la calidad y originalidad fuera de lo común de sus aportaciones a la ciencia, al arte, a la política, etcétera”.

Pereira: “Ser creador no es tanto un acto concreto en un momento determinado, sino un continuo ‘estar siendo creador’ de la propia existencia en respuesta original… Es esa capacidad de gestionar la propia existencia, tomar decisiones que vienen ‘de dentro’, quizá ayudadas de estímulos externos; de ahí su originalidad”.

Goleman, Kaufman y Ray: “…contacto con el espíritu creativo, esa musa esquiva de las buenas –y a veces geniales- ideas”.

Grinberg: “Capacidad del cerebro para llegar a conclusiones nuevas y resolver problemas en una forma original. Se relaciona con la efectiva integración de ambos hemisferios cerebrales”.

Erika Landau: "Un diálogo entre hechos y fantasía, entre lo real y lo posible, entre lo que es y lo que podría ser".

 

Si sois curiosos y os interesáis por los procesos creativos de las personas a las que seguís o admiráis en cualquier campo, seguramente que conocéis muchas historias parecidas a la de Mendeléyev, creador de la tabla periódica de los elementos; “en un sueño vi una tabla en la que todos los elementos encajaban en su lugar. Al despertar, tomé nota de todo”, la conocida frase de Picasso “si llegan las musas, que te pillen trabajando”, canciones exitosas que aparecieron durante un baño y fueron compuestas inmediatamente después, paseos a ningún lugar o sencillas observaciones de barra de bar que han inspirado a multitud de escritores y músicos.

 

Bajo mi punto de vista, la creatividad o los procesos creativos son muy personales y dependen de muchos factores variables entre individuos y dentro del mismo individuo. Pero lo que sí pienso es que todos somos creativos en mayor o en menor medida y es una capacidad que, además, podemos trabajar. Sin tener ninguna formación al respecto, y simplemente basándome en el conocimiento de experiencias como las descritas anteriormente, lo que parece estar claro es que nuestro cerebro está más predispuesto o es más proclive a la creatividad y solución de problemas cuando se encuentra relajado, sin olvidar la parte de disciplina que cada persona desarrolla en su profesión día a día.

 

Pero, centrándome ya en la temática del post, ¿cómo puede el deporte o la actividad física ayudarnos a ser más creativos en nuestro día a día?

Empezaré por el final, poniendo algunos ejemplos que, con toda seguridad, habréis experimentado en algún momento:

 

¿Se os ha ocurrido alguna idea profesional a la que llevarais un tiempo dando vueltas justo en el momento en el que habéis salido a dar un paseo?

¿Os ha venido a la mente algún proyecto nuevo que queríais emprender cuando estabais en vuestra sesión de gym o justo después?

¿Habéis dado con la solución de un problema personal/profesional que no erais capaces de resolver mientras corríais al aire libre?

¿Habéis cambiado la perspectiva en cualquier asunto personal/profesional mientras hacíais actividad física y habéis terminado la sesión viéndolo de otra manera completamente distinta?

¿Os habéis concentrado mucho mejor en vuestros estudios a la vuelta de una buena sesión deportiva?

 

Si algunas o todas vuestras respuestas han sido afirmativas ya sabéis con seguridad que el deporte os ha ayudado o ha servido de motor en determinados momentos y situaciones para solucionar vuestros problemas y ser más creativos. Veremos ahora qué beneficios mentales/emocionales y físicos ya conocidos de la actividad deportiva son los que están actuando aquí, mejorando nuestros procesos creativos y haciéndonos más resolutivos:

 

-Beneficios mentales y emocionales:

Liberación de endorfinas: estas hormonas van a aumentar nuestra felicidad, conduciéndonos a un bienestar emocional que promoverá la generación de ideas y enfoques novedosos.

Reducción del estrés: al no sentirnos tan agobiados nuestro cerebro va a trabajar mejor en general y activará más la parte imaginativa, dejándonos llevar a soluciones menos conocidas y racionales.

Mejora las relaciones sociales: si estamos más predispuestos a relacionarnos con los demás de manera más sana, los escucharemos de una forma abierta, libre de prejuicios y que nos va a permitir ahondar en sus perspectivas, experiencias, vidas, etc. Todo ello nos llevará a la integración de enfoques, ideas, visiones de otros en nosotros mismos y en nuestras propias perspectivas, creando soluciones y proyectos nuevos y nutriéndonos unos de otros.

Aumenta la autoestima: con una autoestima equilibrada nos sentiremos mucho más seguros de nosotros mismos lo que, sin duda, nos llevará a querer afrontar retos y hacerlo de maneras diferentes, a solucionar cuestiones de forma más eficaz, a inspirar a los demás, etc.

Mejora nuestra conducta: así, practicar un deporte de equipo, por ejemplo, nos va a reforzar valores tan importantes en nuestra vida profesional y personal como son el compañerismo, trabajo en equipo, compromiso y coraje. De nuevo, forjaremos mejores relaciones con los demás y con nosotros mismos lo que aumentará nuestra capacidad de creación de ideas y resolución de conflictos.

Ralentiza y previene el deterioro cognitivo: si es conocido que una práctica deportiva continuada desde niños/adultos previene la degeneración de las neuronas, es fácil deducir que nuestro cerebro funcionará mejor en todos los aspectos, incluida la creatividad, si realizamos deporte de manera regular.

Combate los trastornos del sueño: un sueño de calidad es importante para la “limpieza” de nuestro cerebro, es como un “reset” diario que luego lo hará funcionar mucho mejor, lo que resulta de vital importancia también para procesos creativos. Incluso algunas geniales ideas o soluciones a problemas han aparecido mientras las personas dormían.

Aumenta la capacidad de concentración: tanto deportes individuales como colectivos requieren más o menos concentración, lo que nos permite trabajarla cuando estamos practicándolos. La concentración es importante para poder enfocarnos bien en nuestros proyectos profesionales y vitales y así poder imaginar y crear nuevas formas de afrontarlos. También quizá por esta razón, estamos mucho más concentrados cuando retomamos los estudios después de entrenar.

 

-Beneficios físicos:

Como ya sabéis el deporte tiene muchos beneficios a nivel puramente físico. En cuanto a la temática que nos ocupa, yo destacaría el fortalecimiento del corazón y pulmones, lo que lleva a la mejora de la salud cardio pulmonar. Con estos beneficios logramos que lleguen más nutrientes y oxígeno a todas las partes de nuestro organismo, incluido el cerebro. Este hecho tan sencillo produce que nuestro cerebro funcione y trabaje mejor, incluso de una forma óptima, permitiéndonos hacer conexiones que antes no habíamos experimentado y fomentando así nuestra creatividad para afrontar las experiencias.

 

Para terminar, me gustaría resaltar que es interesante apuntar todas esas ideas o soluciones que pueden aparecer vagamente por nuestra cabeza mientras realizamos actividades físicas para luego poder desarrollarlas o aplicarlas y que no queden en saco roto. Igual que aparecen, puede que se nos olviden mientras terminamos nuestra sesión deportiva.

Los beneficios descritos se producen con una práctica deportiva habitual y regular y, como ya he comentado al principio, cada persona es un mundo en cuanto a procesos creativos. El deporte puede convertirse en una herramienta muy eficaz para algunos pero no suponer nada significativo para otros, o incluso no comportarse igual en el mismo individuo, según el momento en el que esté. De todas formas, es muy sencillo y está a tu alcance probar; sal y practica alguna actividad física cuando no encuentres el camino, a ver qué pasa.

 

 

Fuentes: creatividad.cloud, xlsemanal.com, canvis.es.