Yoga

¿DE QUÉ TRATA?: Es una disciplina tradicional de la India, que busca trabajar nuestra parte mental y emocional, más que la física.

ORIGEN: India.

MATERIAL: Suele bastar con una esterilla, aunque en algunas sesiones, y dependiendo de la modalidad de yoga, se pueden utilizar más materiales como las fitball.

TIPOS/NIVELES: Hay muchas variedades de yoga, que se dividen en fundamentales y no fundamentales. Cada variedad va a tener un nivel diferente, por ejemplo, una de las más dinámicas, y por lo tanto indicadas para personas más atléticas que quieran introducir el yoga en sus entrenamientos, es el Ashtanga Yoga. Sin embargo, la modalidad de yoga más practicada, y que, seguro que es la que conoces, es el Hatha Yoga. La mayor o menor dificultad va a radicar casi siempre en las diferentes posturas. También existe el Bikram Yoga, comúnmente llamado Hot Yoga debido a las altas temperaturas que se consiguen en la sesión. Este tipo de yoga consiste en la realización de 26 posturas o asanas y 2 ejercicios de respiración en una sala a 40 grados, con una humedad entre 40-50%. No existen niveles, ni diferencias de edad o sexo.

¿QUÉ TRABAJA?: En el yoga se van a trabajar el equilibrio, la fuerza, la flexibilidad y la coordinación, pero el objetivo principal es el trabajo mental, emocional y el bienestar personal, todo ello, al conectar con nuestro cuerpo y respiración.

MÚSICA: La música en la sesión de yoga es muy importante puesto que puede ayudar a dinamizar el paso de unas posturas a otras, puede producir una mayor facilidad para dejar la mente en blanco y aumentar el efecto anti-estrés, calmante y relajante. Además, puede promover la inspiración y concentración. Las listas de música elegidas suelen ser relajantes con sonidos naturales, instrumentos inspiradores y calmantes, etc. Es importante que esté a un volumen adecuado, no muy elevado, para promover la meditación, la concentración, la repetición de mantras, etc. ya que éstos pueden practicarse en algunas modalidades de yoga.

CONTRAINDICACIONES: El yoga está contraindicado en personas que sufran de articulaciones frágiles o fracturas, problemas de tiroides, lumbares o ciática y de corazón, glaucoma e hipertensión. De todas formas, y siempre dependiendo de cada caso concreto, se pueden adaptar las prácticas, consultándolo con médicos/especialistas y el monitor/a de la clase.